A Sonic March, Madrid

Madrid, MD, Spain
7.5km / 2 hrs 23 mins

Sonido y ciudades en pugna.El sonido divide la ciudad: traza las trincheras entre el descanso y la euforia festiva, entre el ritmo de la producción y la paz doméstica, entre la socialidad desbocada de la calle y la intimidad de los interiores. Separa generaciones, culturas, ideologías y subjetividades, pero también las une.La voz de las madres traza el hilo entre los niños que juegan en el jardín y sus casas, cuando es hora de cenar, el beat y los graves tejen las redes entre los cuerpos danzantes, los lemas y los coros compactan las filas de las multitudes en marcha.Hemos elegido producir una instalación sonora distribuida por la ciudad que trabaje con el sonido de la corrupción política. Grabaciones, escuchas, filtraciones y testimonios sonoros de las tramas que se despliegan en esa suerte de subsuelo de nuestra ciudad, que a veces salen a la superficie dejándonos oír qué hay por debajo: otra ciudad hecha de canales ocultos, de túneles y redes por las que se mueve un poder subterráneo que no se limita a controlarnos, sino que nos roba y nos humilla riéndose de nosotr*s. Este es un primer punto de gran importancia: así como observa Attali (pp 36-41) la aparente austeridad silenciosa del poder no es más que un disfraz, que oculta una descarada opulencia consagrada al exceso, el abuso, las cenas, las fiestas y los puticlubs.Nos hemos propuesto centrarnos, entonces, en el aspecto grotesco de todo esto, en pensar los espacios de la corrupción como unos “Banquetes de Trimalción”, unas celebraciones del abuso, la impunidad, la anarquía de un poder descarado e hipócrita, que tenemos que ser capaces de desnudar a través de nuestras prácticas creativas.7.Si encontramos en el bando cuaresmal de “El combate entre don Carnal y doña Cuaresma” de Brueghel el Viejo una representación de esa clase pudiente que silencia su fragorosa corrupción debajo del manto de una sobriedad callada, ¿por qué entonces no combatirla alistándonos en el bando opuesto: el del carnaval popular, el del ruido, de los bailes y de la celebración que exorciza los males del mundo?De aquí nuestra idea estratégica: si la corrupción política es un festín privado, oculto y excluyente, convertir nuestra protesta en el sonido de un carnaval de resistencia, un peregrinaje danzante que pase por aquellos lugares donde la corrupción se esconde arrastrándola al espacio público, visibilizándola y denunciándola al estilo de los carnavales críticos que han sacudido el mundo en los años 90.Un poco como las acciones de Reclaim The Streets, de Rhythms of Resistance o las Love/Hate Parade.Más en detalle, nos hemos dado la tarea de hacer una marcha-instalación sonora-recopilación compuesta por una serie de temas musicales-piezas sonoras que remezclan, reinterpretan y dan nueva forma a los sonidos de la corrupción y el abuso de poder. Cada un* de nosotr*s se hará cargo de un tema que compondrá la instalación en su conjunto, y l*s demás l* ayudarán a producirlo, como un* director* de orquesta y sus músic*s.Sería importante que tod*s las piezas sonoras estuviesen ubicadas en algún lugar de la ciudad de manera que, en conjunto, puedan definir el recorrido de este desfile carnavalesco crítico. 

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