Terror en Euskal Echea
A continuacion, podran leer el cuento "Terror en Euskal Echea"Terror en Euskal EcheaÉramos solo nosotras tres pasando una noche completamente solas en el colegio Euskal Echea. ¿Nuestros nombres? Aria, Hanna y Emily.Todo empeoró cuando comenzó a llover, necesitábamos un lugar para refugiarnos y lo único que teníamos cerca era la iglesia, bastante tenebrosa, por cierto. Entramos. Estaba bastante oscuro, no podíamos ver nada, solamente el altar, que una tenue luz lo iluminaba; decidimos acercarnos, quizás era una señal y encontrábamos algo que nos podía ayudar. Nos acercamos, vimos una vela casi por terminar de consumirse, sin pensarlo dos veces la agarramos y nos dirigimos a la sala de electricidad para prender las luces. Algo imposible ya que al estar lloviendo y con truenos era muy obvio que no iba a haber luz, por lo tanto, optamos por usar el flash del celular, otra cosa que nos resultó imposible y un tanto extraño porque al prender los celulares, todos tenían más de 60% de batería y en cuestión de segundos, todos se apagaron. No podíamos quedarnos sin los celulares entonces Hanna decidió buscar su cargador -portátil obviamente, si no había luz- y mientras tanto hablábamos con Emily:-Hanna está tardando mucho- Afirmé-Si, Tenes razón. ¿Vamos a buscarla?-DaleEn el camino, escuchamos un fuerte ruido que venía de donde estaba Hanna; fuimos corriendo, super aceleradas, casi que nos podíamos escuchar los latidos entre nosotras. Cuando llegamos a la escena vimos la mochila de Hanna abierta con el cargador a unosmetros de distancia, en ese instante sentimos unos pasos entre los bancos de la parte trasera de la Iglesia y nuevamente nuestros corazones comenzaron a latir fuertísimo. Decidimos ir a investigar, quizás encontrábamos a Hanna.Nos acercábamos cada vez más muy lentamente, estábamos muy asustadas. Al llegar, no vimos a nadie, creo, solo una silueta un poco esfumada, mezclada con el aire que la rodeaba. Esta estaba situada exactamente en el lugar de donde había venido el ruido. No le dimos mucha importancia, ya que nos pareció insignificante, pero esa no era la peor parte.De pronto escuchamos un ruido del otro lado de la iglesia y corrimos. Cuando estábamos llegando el órgano (piano enorme) comenzó a sonar solo, o eso creíamos, y en ese mismo momento vimos a una chica rubia sentada sola y de espaldas a nosotras.- ¡Es Hanna! – Exclamamos al mismo momento.Nos acercamos corriendo super emocionadas, pero no era lo que esperábamos ya que al estar llegando, nos dimos cuenta que no se estaba moviendo, lo cual era demasiado extraño. En el momento que estábamos exactamente atrás de ella, le tocamos el hombro mencionando su nombre, y ese fue el momento en que nos dimos cuenta del detalle más importante… estaba muerta.