Contenido:La primera referencia escrita de Sant Andreu de Palomar es de finales del siglo X. Entre los siglos XI y XIII se constituyó un primer núcleo de viviendas en el entorno de la iglesia. Los límites del antiguo pueblo iban del río Besòs hasta la sierra de Collserola, y de Montcada i Reixac el norte, hasta Sant Martí de Provençals al sur. Sant Andreu de Palomar fue un pueblo eminentemente agrícola hasta bien entrado el siglo XX, a pesar de que a finales del siglo XIX se empezaron a instalar industrias allí. Ambas actividades son altamente dependientes de un buen acceso al agua, que llegaba a Sant Andreu gracias al Rec Comtal. En 1853 había 11 de fábricas de tejidos, el año 1861 ya eran 24, y en 1902, unas 150 fábricas en total: industrias químicas, alimentarias y metalúrgicas, tenarías, del sector de la construcción, de la energía y el transporte y una fábrica de gas. El 20 de abril de 1897, la reina de España firmó el Decreto de Agregación que anexionó forzosamente Sant Andreu de Palomar y muchos otros pueblos del Pla de Barcelona (Gracia, Sants, Les Corts, Sant Martí, Sant Gervasi de Cassoles, posteriormente Horta y Sarrià) a Barcelona. El pueblo se convirtió en el Distrito 9º, con modificaciones posteriores. Durante la Guerra Civil, el barrio de Sant Andreu de Palomar cambió su nombre por el de Harmonia de Palomar.El pasado industrial de Sant Andreu ha dejado huella en sus calles. A la Plaza de Can Fabra se puede llegar desde la C/Fábrica. El Paseo de Fabra i Puig debe su nombre a los hermanos Fernando y Roman Fabra i Puig, directores de la Fabra i Coats (Ferran fue alcalde de Barcelona). Perpendiculares al paseo encontramos la C/Camil Fabra y la C/Filatures. Camil Fabra, padre de Fernando y Roman Fabra y Puig, fue alcalde de Barcelona y en su testamento dejó un legado para que la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona construyera un observatorio en el Tibidabo, el Observatorio Fabra, inaugurado en 1904. En los alrededores del Parque de la Maquinista encontramos la C/Ferran Junoy, dedicado a uno de los directores de la Maquinista Terrestre y Marítima y la C/La Barcelonesa, primer nombre de la fábrica. En el barrio también encontramos calles con nombres de científicos relevantes, como la plaza dedicada a Mateu Josep Orfila, médico y químico menorquín, fundador de la toxicología, la calle en honor a Francesc Santponç i Roca, eminente médico e inventor catalán de los siglos XVIII-XIX, o la calle dedicada a Pietro Angelo Secchi, un astrónomo jesuita italiano del siglo XIX.Más información:Pau Vinyes i Roig, Jordi Rabassa Massons; Xavier De la Cruz Sala, Xavier Basiana Vers (2009). Sant Andreu de Palomar i La Sagrera: com era i com és. Barcelona: Dux Editorial i Ajuntament de Barcelona. [en catalán].