Paseo Romántico por Málaga
A principios del siglo XIX nace en Europa un nuevo concepto de España, que pasa a ser considerado el país romántico por excelencia: individualismo, indomabilidad, barbarie, primitivismo, apasionamiento, dignidad, sobriedad y orgullo. Estas cualidades, que definen el carácter español, son la quintaesencia del romanticismo europeo. España se pone de moda justamente en el momento de máxima postración de su historia, cuando sufre la avasalladora tiranía de Fernando VII y es un país en ruinas, incapaz de modernizar sus estructuras industriales, económicas y políticas.A pesar de ello, el solo nombre de España despertaba entre los europeos sensaciones sumamente atractivas, que se identificaban con el estereotipo de lo andaluz: “Andalucía, de la que forman parte muchas de las más interesantes ciudades y algunos de los lugares más bellos de la Península, debe ser objeto de preferencia para el viajero, y cada una de sus bellezas, considerada particularmente, abarca una variada extensión de distintas perspectivas y objetos”, decía en 1831 Richard Ford.Y una ingente cantidad de viajeros se ponen en camino hacia el sur, buscando las esencias del romanticismo. “Vuelvo de España, en donde he pasado unas semanas; en este poco tiempo he vivido veinte veces más que en París”, escribía el pintor Eugenio Delacroix tras visitar Andalucía.El viajero romántico inevitablemente pensaba en Granada o en Sevilla al iniciar su camino, pero, una vez en Andalucía, sólo ve culminado su viaje si alcanza Málaga. ¿Cómo regresar a casa tras atravesar Francia y casi toda España en diligencia sin haber alcanzado el clímax vital, al alcance de la mano? ¿Cómo volver al norte sin vivir el sol, sin aspirar el mar, sin fundirse en la luz…?No tenía Málaga grandes atractivos monumentales, pero (ya lo decía Alexandre Laborde) “Hay ciertos lugares que siempre se abandonan con pena y que, sin embargo, son difíciles de describir: cierto encanto que emana especialmente de las costumbres de los habitantes, de la benignidad del clima, de la estación del año que se disfruta, va dejando en el alma un profundo recuerdo, tan imperceptible que uno no se da cuenta de esa atracción. Entre estos lugares está la ciudad de Málaga...”En este ‘Paseo Romántico’ identificaremos los referentes malagueños de lo que buscaban aquellos viajeros: exóticas reminiscencias orientales, la indomabilidad y amor por la libertad, el carácter abierto de sus gentes, el pintoresco color local, la irresistible alegría de vivir, la individualidad de sus tipos marginales (contrabandistas, bandoleros, barateros, charranes…), la hermosura de las mujeres, y, fuera cual fuera su condición social, el orgullo e hidalguía de todos los españoles. ..................INFORMACIÓN DE INTERÉS:1. El uso de auriculares es altamente recomendable. Con ellos, todo será más fácil: cuando en su caminata llegue a un punto preciso, automáticamente la audición correspondiente se pondrá en marcha, sin necesidad de que usted la active; además, con auriculares recibirá la información más nítida; libre de interferencias externas.2. Cada audio se complementa con unas fotografías ilustrativas de lo que va describiéndose.