El Jardín de lo Imposible
Crear un jardín en entornos áridos no sólo no es imposible, sino que puede ser gratificante. Y de hecho, en la experiencia llevada a cabo durante seis décadas por MariaGabriella Campo en Favignana, la aridez ha pasado de ser una limitación a ser un pretexto, un tema para crear un original jardín mediterráneo caracterizado sobre todo por la presencia de las canteras de calcarenita locales, que un largo y exigente trabajo de recuperación ha transformado en moradas subterráneas para especies botánicas de todo el mundo. De este modo, su Jardín de lo Imposible, nacido originalmente como un lugar privado para sí solo, donde se podía vivir, pensar y soñar, se ha abierto a nuevas perspectivas revelando un "pensamiento" paisajístico dirigido a la isla en su conjunto, sin fronteras, en el pleno respeto del territorio y de la memoria de una actividad que ha sido de gran importancia económica para los lugares. Con paciencia, trabajo e investigación, hoy crecen ibischi, palmeras, agaves, nenúfares y rosas, plantas autóctonas y tropicales, entre cuevas y túneles subterráneos o en jardines, perpetuando el vínculo entre el hombre y la tierra.